Guadalajara, 19 Sep. (Notimex).- El 10 por ciento de jóvenes, de 20 a 30 años, en especial varones que se presumen sanos, padece hipertensión (HTA), informó aquí el médico internista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Agustín López Alvarado.
El especialista del IMSS en Jalisco explicó que esta patología es considerada un problema de salud pública, siendo una dieta rica en sal y la pobre o nula actividad física sus principales disparadores.
Consideró que lo más grave es que la gente suele pasar por alto síntomas incipientes de la misma como dolor de cabeza frecuente, cansancio y visión de puntos luminosos, atribuyéndolos a otras causas, lo que redunda en que uno de cada tres hipertensos desconozca su situación.
Subrayó que otro aspecto relevante de la HTA es su relación con la diabetes mellitus porque “70 por ciento de los diabéticos son hipertensos”, debido a la mayor densidad de la sangre por el exceso de azúcar circulante y al efecto que produce en los vasos sanguíneos.
Asimismo, destacó que el hecho de que haya aumentado la expectativa de vida es también un detonante de hipertensión arterial debido a que el paso del tiempo propicia la pérdida de elasticidad en diferentes estructuras del cuerpo, incluidas venas y arterias, haciendo que el paso de la sangre sea a mayor presión.
Como consecuencia de lo anterior, dijo, fácilmente se puede hablar de que 70 a 80 por ciento de adultos mayores, en el rango de los 60 a los 80 años, padece hipertensión, máxime si además son diabéticos.
Ahora bien, dijo, “lo menos difícil de la hipertensión es el manejo de las cifras gracias a la existencia de medicamentos normotensores”, el problema real es que se trata de una enfermedad progresiva que produce daño a vasos sanguíneos, corazón, riñones y cerebro.
Resaltó que la enfermedad de corazón por hipertensión conlleva a un engrosamiento de sus estructuras, incluidas las arterias que lo irrigan y esto se traducirá en angina de pecho o en infarto, complicaciones ambas que finalmente son la principal causa de mortalidad en el hipertenso.
Agregó que el engrosamiento de estructuras arteriovenosas secundario a hipertensión, también llega al cerebro, incrementando el riesgo a sufrir hemorragias intracraneales altamente incapacitantes y mortales.
Recomendó una alimentación equilibrada, baja en sal, azúcares y grasas, práctica periódica de actividad física y chequeos médicos anuales “no esperar a sentirse mal para ir al doctor”, los cuales constituyen herramientas muy efectivas para bajar el riesgo a desarrollar hipertensión y en el mejor de los casos para evitarla.
